Alrededor de mil 500 maestros de nivel básico desertan de sus lugares de adscripción cada año, buscando una mejor ubicación, lo que ha llevado a que la secretaría de Educación.
Rosalinda Cabrera Cruz
Morelia, Mich 19 de diciembre 2017.- Alrededor de mil 500 maestros de nivel básico desertan de sus lugares de adscripción cada año, buscando una mejor ubicación, lo que ha llevado a que la secretaría de Educación en el estado brinde estímulos a través de un programa de arraigo, por medio del cual, a través de un pago adicional, decidan permanecer sobre todo en las zonas de mayor marginación de la entidad.
Conforme a datos proporcionados por la subsecretaría de Planeación Educativa de la SEE, el asunto de la deserción de los profesores “está más o menos arreglado”; lo que se ha logrado estableciendo acciones coordinadas con las diferentes expresiones sindicales respecto a la movilidad de los mentores.
Demetrio Olivares Campos, investigador del Instituto Michoacano de Ciencias de la Educación, aseguró que es notable la falta de docentes en los centros educativos, lo que ha llevado a la desintegración de los niveles. Desmintió las aseveraciones en el sentido de que se atiende debidamente la demanda educativa.
“En las estadísticas puede estar cubierta, pero en realidad no hay un diagnóstico sustentado que indique esto, porque las estadísticas se hacen a partir de los reportes de los supervisores, jefes de sector y directores, pero en la realidad se ven escuelas carentes de maestros y no porque no están asignados, sino porque no van o abandonan sus centros de trabajo”.
Sin embargo, la explicación brindada por la subsecretaría de Planeación es que para que un maestro pueda solicitar su cambio de adscripción, debe tener al menos 2 años en el servicio, pues el factor de autorización válido para esto es el de la antigüedad, aunque en algunos casos se puede incluir la preparación de los mentores u algún otro derecho.
En base a esto, los maestros que recién ingresan al servicio buscan acercarse a los lugares que sean más adecuados a sus intereses, principalmente en las zonas urbanas.
Se les conceden los cambios cuanto se registran incidencias como jubilación, renuncias o defunciones, las que dejan huecos que son ocupados por los maestros que requisitaron de manera formal sus movimientos.
No obstante, y para lograr que se dé la permanencia y continuidad en las escuelas, supuestamente se tienen implementados programas especiales para que los maestros jóvenes se queden en las comunidades rurales.
Este programa es de arraigo, por medio del que se da el pago muy cercano a una doble plaza; a esto ya se han acogido algunos cientos de maestros que sobre todo brindan sus servicios en comunidades indígenas o de alta o muy alta marginación.
En teoría no existen aulas sin maestros, porque se han venido atendiendo las demandas y la presión que al respecto han ejercido los grupos magisteriales.
Inconcebible no contar con espacios de discusión
Por su parte, el investigador del IMCED consideró como inconcebible que ante los problemas de bajo aprovechamiento, alto ausentismo y maestros que abandona los centros educativos (incluso por falta de compromiso con la labor educativa), además de la mala cobertura, no se cuente en el sistema educativo estatal con un espacio de mayor responsabilidad para efectuar análisis y lanzar propuestas de solución.
De la misma manera, subrayó que es relativo que sobren maestros en Michoacán, porque “pueden estar asignados a una comunidad, pero no van, además de
que no sólo se requiere profesores frente a grupo, sino también cuerpos de pedagogos, psicólogos educativos, especialistas en educación especial y otros profesionales de la educación que apoyen la labor en los centros de trabajo, lo que se tiene que ver dentro del marco de una nueva política educativa”, indicó el entrevistado.
Insistió en que los maestros requieren de un espacio para discutir problemas de la educación y para hacer propuestas, porque actualmente “los aportes del magisterio a la política educativa son pobres y escasos”.
