Datos del INM revelaron que son más de 7 mil migrantes retornados a Ciudad Juárez por el Gobierno de los Estados Unidos; pese al apoyo de la ONU los esfuerzos por albergar a los migrantes son insuficientes.
CHIHUAHUA. 23 de julio 2019.- Ni un migrante más puede ser albergado en los refugios ciudadanos habilitados en Ciudad Juárez, y ni el municipio ni el estado tienen instalaciones para recibirlos, de acuerdo con datos obtenidos por el COESPO (Consejo Estatal de Población).
En Ciudad Juárez, existe una red de 16 albergues para migrantes, todos administrados y abiertos por organizaciones de la sociedad civil o religiones de algún tipo, quienes han asumido la responsabilidad del estado para atender a más de 7 mil centroamericanos y cubanos que se encuentran en esta frontera.
De acuerdo con el director del Consejo Estatal de Población, Enrique Valenzuela Peralta, en esta red hay mil 400 migrantes albergados, y que en la Casa del Migrante hay 670 personas refugiadas, su máxima capacidad, al igual que el resto de los santuarios.
Personal del grupo BETA del Instituto Nacional de Migración (INM), y otros del Municipio, han visto cerradas las puertas de estos albergues a los cientos de migrantes que buscan cruzar a los Estados Unidos para solicitar asilo político, debido a que todos están saturados.
Los directivos de los albergues han coordinado esfuerzos con la ONU para trasladar a los migrantes que lo deseen, a sus lugares de origen, pero los recursos son escasos frente a la alta demanda.
En tanto, datos del INM, revelaron que son más de 7 mil migrantes que han sido retornados a Ciudad Juárez por el Gobierno de los Estados Unidos, en espera de una resolución a su solicitud de asilo político.
La mayoría de los migrantes cubanos se hospedan en hoteles o casas particulares, sin embargo, los indocumentados de otras nacionalidades, pero no es lo mismo con los centroamericanos, quienes han dejado atrás todas sus propiedades y dinero para seguir el sueño americano.
La situación ha provocado que familias enteras de migrantes duerman en las calles, en iglesias, en casas abandonadas o hasta en vehículos abandonados.
(Información Excélsior)
