Morelia, Michoacán, a 12 de Mayo 2020.-El Comité Ejecutivo Estatal (CEE) del Partido de la Revolución Democrática (PRD), se opone a la militarización del país y a la imposición de un gobierno autoritario como lo hace la Federación.
Juan Bernardo Corona, presidente del CEE-PRD, dijo que el Acuerdo publicado ayer en el Diario Oficial de la Federación (DOF), donde se establecen tareas al Ejército y la Marina, confirma que la estrategia de seguridad del gobierno federal ha sido un rotundo fracaso.
En el tradicional mensaje semanal, el dirigente partidista recordó que como izquierda progresista, el PRD rechaza la presencia del Ejército en las calles porque es una lucha histórica que ha dado desde hace más de 30 años.
“La verdadera izquierda en Latinoamérica y en el mundo siempre ha rechazado que a las fuerzas armadas se les otorgue facultades extraordinarias que pongan en riesgo los derechos fundamentales de las personas”, expresó.
Corona Martínez sostuvo que dicho Acuerdo materializa el sueño de las peores dictaduras latinoamericanas: la de detener a los ciudadanos.
En ese sentido, el Presidente del PRD señaló que normalizar la presencia de los militares en las calles para acciones de seguridad pública no le hace bien ni a la sociedad, ni al Ejército ni a la Marina, pues se corre el riesgo de violentar derechos humanos y sus funciones son otras.
Contextualizó que para superar la violencia e inseguridad, el PRD propone el fortalecimiento de las policías estatales y municipales, la erradicación de la impunidad, y la implementación de medidas que realmente fortalezcan la economía de los ciudadanos, pero no con programas clientelares que sólo agudizan la pobreza de los mexicanos.
“Llevamos más de un año exigiéndole al gobierno federal que modifique su estrategia de seguridad y lo volvemos a hacer: su decisión de debilitar las policías locales y de recortar presupuesto en materia de seguridad ha provocado que en un año y cinco meses en el país haya más de 44 mil muertos”, acotó.
Para concluir, Juan Bernardo Corona aseveró que la decisión de militarizar el país es una clara traición del presidente de la República hacia los millones de personas que depositaron su confianza en él, y una evidente incongruencia de quien durante al menos una década fue el principal opositor de que el Ejército realizara funciones de seguridad pública y estuviera en las calles.
